Las Islas Canarias están descubriendo los peligros que entraña el programa petrolero ilegal de Marruecos en el Sahara Occidental. Las corrientes podrían transportar cualquier derrame directamente a las aguas de este objetivo turístico.
“En general, la corriente Canarias-Marruecos/Sahara Occidental va en dirección Norte-Sur. Pero, al llegar a la zona del Cabo Bojador, se disgrega en todas direcciones impulsada por una red de remolinos. Un vertido en esa zona puede ir, sencillamente, en cualquier dirección, pero sobre todo hacia el oeste”, nos explica Alonso Hernández-Guerra, físico, Catedrático de Oceanografía en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. (foto)
“Es evidente que un eventual vertido puede dirigirse a cualquiera de las Islas Canarias. Y hay más probabilidades de que un vertido del Cabo Bojador vaya a las Canarias que a las propias costas del Sahara Occidental”, dice Alonso.
Sin embargo, el programa de perforación marroquí en los territorios ocupados del Sahara Occidental no ha provocado debate. Hasta ahora.
“Hasta donde yo sé, no se ha producido debate alguno en las Islas Canarias sobre la exploración petrolera en aguas del Sahara Occidental”, manifiesta Ricardo Haroun, Catedrático de Conservación Marina en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.
El departamento de Haroun llevó a cabo un estudio el año pasado sobre los posibles daños medioambientales que provocaría un derrame de la exploración petrolera de Repsol en las aguas Canarias. El programa de Repsol ha creado un clamor en el archipiélago, tan dependiente del turismo.
“Las Islas Canarias poseen una vida marina muy diversa, tanto en la costa misma como mar adentro. Un vertido en aguas del Sahara Occidental podría tener graves repercusiones en la rica biota marina, tanto en las orillas canarias como en la costa saharaui, según dónde fueran a parar los vertidos”, señaló Haroun a WSRW.
La compañía española Repsol, que obtuvo licencias de Madrid para explorar en busca de petróleo en aguas españolas a la altura de Fuerteventura y Lanzarote, llevó a cabo su propio estudio medioambiental. El informe fue enviado al Gobierno español en 2013, y los debates sobre el posible daño al medio ambiente han sido muy potentes antes y después de que el documento de Repsol fuera presentado a la opinión pública.
Sin embargo, las compañías que perforarán en el Sahara Occidental ocupado por cuenta de Marruecos, la potencia ocupante, no han publicado ningún Estudio de Impacto Ambiental. La falta de transparencia que encubre este asunto ha conseguido que se silencie absolutamente la consideración del riesgo medioambiental.
WSRW presenta el informe La Plataforma del Conflicto, hoy, en Las Palmas de Gran Canaria, a las 19 h. El informe se refiere también a la turbia responsabilidad que generaría un vertido producido por la búsqueda de petróleo por Marruecos en aguas que no son marroquíes.